El ex presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio
Griñán, ha dejado su acta de senador en representación de su comunidad de
origen, Andalucía, días antes de que sean nombrados los nuevos representantes autonómicos en el Senado, tras las elecciones del pasado 22 de marzo y la constitución del nuevo parlamento andaluz.
El Estatuto
del expresidente de la Junta de Andalucía establece una pensión vitalicia
para los ex presidentes mayores de 65 años por un máximo de un 60 por ciento
del sueldo de la actual presidenta de la Junta,Susana Díaz, que asciende a
64.000 euros brutos al año.
Griñán, tras dejar la Junta de Andalucía en 2008, ha
ejercido como senador por esta comunidad. Su salario ascendía a 79.860
euros brutos al año durante este último periodo de su vida política.
Aunque su
nuevo “salario” supone aproximadamente la mitad del anterior, lo cierto es que superará
los 35.000 euros de pensión pública máxima que puede recibir cualquier
asalariado en España.
Además de
perder dinero, Griñán también perderá su condición de aforado, que había
mantenido hasta ahora en su imputación en el caso de los ERE. Griñán es uno de
los políticos que más tiempo lleva cobrando un sueldo público. Lo percibe desde
su juventud como inspector de Trabajo desde 1970, pero su carrera política dura
ya más de 30 años. Desde 1982 ha ostentado hasta 14 puestos políticos diferentes,
tanto en la política nacional como en la autonómica.