Posiblemente, ni la propia Administración andaluza tiene
cuantificado el montante global de los miles de millones que tiene pendientes
de justificación desde sus inicios, lo que ha provocado que la Unión Europea
haya dejado de abonarle cientos de
millones en subvenciones en los últimos años. Un lujo que no puede permitirse la región con
más paro de Europa. Menos aún debería
permitirse devolver cientos de millones en ayudas ya concedidas, como ha hecho
desde 2012 por incapacidad para gestionarlos.
“La propia Junta
de Andalucía admite en su cuenta general de 2016, que todavía tiene 2.324,26 millones de euros
pendientes de justificar a pesar de que ya había caducado el plazo legal para
hacerlo. La altísima cifra de fondos sin justificar se arrastra desde 1987
hasta el 31 de diciembre de 2016, es decir, de casi 30 años anteriores. En la
mayoría de los casos, se
trata de subvenciones que se anticiparon a diversas entidades pero, en unos casos, éstas no
presentaron las facturas para acreditar el gasto realizado y el dinero no ha
sido devuelto, mientras que en otras ocasiones la responsabilidad es de la
Junta, que repartió durante años más dinero público del que era capaz de
controlar. Tales ayudas estaban cofinanciadas con el Fondo Social Europeo y el
Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder), cuya finalidad es ayudar al
desarrollo económico de las regiones deprimidas de la Unión Europea”.
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“De la magnitud
del agujero advierte la Cámara de Cuentas de Andalucía en el informe
de fiscalización de la contabilidad de la Administración
autonómica relativo al ejercicio 2015, en el que llama la atención sobre el
incremento experimentado en los denominados «libramientos pendientes de
justificar». Se trata de una fórmula que permite desembolsar fondos públicos a
priori y acreditar su gasto después y se emplea para adquisiciones
patrimoniales, gastos corrientes, pago de nóminas, expropiaciones y, en gran
medida, para abonar subvenciones. Primero se da y luego se justifica.
El informe del
órgano fiscalizador andaluz sitúa en un 24,89% el aumento de estos fondos sin
justificar en
apenas un año, el transcurrido entre 2014 y 2015, aunque la
diferencia es aún más abultada si se compara con los datos de 2012.
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