En unos tiempos en los que una de las mayores preocupaciones para regular el mercado de trabajo es la efervescencia de las jornadas y hasta el propio lugar de trabajo, asistimos al intento apresurado e improvisado de resolver los excesos de jornadas con un nuevo decreto “falto de imaginación, exprés, sin consenso y que traslada la responsabilidad última de su aplicación a los comités de empresa y la propia dirección de esta”, lamenta Joaquín Pérez, secretario general de USO.
“Está demostrado que fichar no es la solución, es un método que ya se siguió y no por ello dejaba de haber fraude con las horas extras. Pero resulta aún más extraño el retorno a esta fórmula cuando la mayoría de los incumplimientos tanto en jornada como en la propia relación laboral de los trabajadores con la empresa tiene que ver con su condición de falsos autónomos o colaboradores, en lugar de empleados”, continúa Pérez. “Una empresa que no tenga en plantilla a esos trabajadores no está obligada a regular su horario, por ejemplo. Ese es el primer incumplimiento contra el que hay que luchar. Hoy estamos ante una elasticidad del mercado laboral donde el concepto ‘fichar’ difícilmente ataña a la mitad de las empresas, la mayoría de los trabajadores no tiene un espacio físico de trabajo ni un horario establecido”.
Según el texto anunciado por el Gobierno, que deberá ser convalidado por la Diputación Permanente, “la forma de aplicarlo es ambigua: se exige una obligatoriedad, pero no se promueven unas pautas, sino que afirma que el procedimiento deberá ser propuesto por la empresa y acordado con los representantes de los trabajadores. No se puede tocar un texto primordial como es el Estatuto de los Trabajadores para hacerle parches y mandar globos sonda, sino para cambios de calado que realmente aporten soluciones”, matiza el secretario general de USO.
No obstante, desde USO “sí valoramos el intento de luchar contra el fraude en la jornada, al menos para el sector de la economía más tradicional. Eso sí, fichar no es la solución en sí mismo: debe venir acompañado de un mayor número de visitas de la Inspección de Trabajo y de sanciones de verdad ejemplarizantes para quienes incurran en incumplimientos. Nada aporta, además, al verdadero volumen de fraude laboral, que son los contratos temporales que no deberían serlo. Parece un chiste que esta sea la medida urgente del Gobierno para mejorar la calidad del empleo”.
Aprobado el subsidio para mayores de 52 años
“Cualquier medida que rescate personas y familias es bienvenida, esos trabajadores no se pueden quedar desprotegidos”, sentencia Joaquín Pérez. Sin embargo, el secretario general de USO lamenta que la propuesta sea “adelantar falsamente las jubilaciones. Esa no es la solución, sino recualificar a esos trabajadores en paro para que se reenganchen con garantías al mercado laboral, tanto por la propia sostenibilidad del sistema como por ellos, que merecen un sueldo digno en lugar de un subsidio que solo permite sobrevivir. Es un contrasentido estar alargando la edad de jubilación en virtud de las reformas de las pensiones y, al mismo tiempo, dar por terminada la carrera profesional de trabajadores de 52 años”.