El consejo de administración de Abengoa ha estado plagado de políticos y esa ha sido una de las causas principales que ha llevado a la empresa a las puertas de la quiebra. El negocio se ha basado en la captación de subvenciones y en los favores, huyendo de los criterios empresariales, que es lo mismo que acabó con las cajas de ahorros. Los bancos internacionales acreedores no confían en este modelo.
La familia Benjumea ha incorporado al consejo de administración de Abengoa a una lista interminable de políticos y personas cercanas al poder, dejando la gestión financiera a un lado y basando el negocio en la búsqueda de favores y subvenciones, lo que finalmente le ha llevado a las puertas de la quiebra.